viernes, marzo 13, 2009

MARGARET ATWOOD.-El cuento de la criada.

"Un grupo de personas se acerca a nosotras. Son turistas, parecen japoneses, o tal vez formen parte de una delegación comercial y estén visitando los lugares históricos o más típicos. Son pequeños y van pulcramente vestidos. Cada uno lleva una cámara fotográfica y una sonrisa. Lo observan todo con mirada atenta, inclinando la cabeza hacia un costado, como los petirrojos; su alegría resulta agresiva y no soporto mirarlos. Hacía mucho tiempo que no veia mujeres con faldas como estas. Les llegan justo por debajo de las rodillas, lo que deja al descubierto gran parte de sus piernas semidesnudas, con esas medias tan finas y llamativas, y los zapatos de tacón alto con las tiras sujetas a los pies como delicados instrumentos de tortura. Ellas se balancean como si anduvieran con unos zancos desiguales; tienen la espalda arqueada a la altura del talle y las nalgas prominentes. Llevan la cabeza descubierta y el cabello al aire en toda su ocuridad y sexualidad; los labios, pintados de rojo, delinean las húmedas cavidades de sus bocas como los garabatos de la pared de un lavabo público de otros tiempos.

Me detengo. Deglen se para junto a mí y comprendo que ella tampoco puede apartar la mirada de esas mujeres. Nos fascinan y a la vez nos repugnan. Parece que fueran desnudas. Qué poco tiempo han tardado en cambiar nuestra mentalidad con respecto a este tipo de cosas. (...)

Los turistas japoneses se acercan a nosotras, inquietos: volvemos la cabeza, pero ya es demasiado tarde: han visto nuestra cara. (...)

-Disculpadme-nos dice el intérprete-. Preguntan si os pueden tomar una foto"


"La noche es para mí, me pertenece; puedo hacer lo que quiera, siempre que me quede callada. Siempre que no me mueva. Siempre que me estire y permaneza inmóvil. Existe diferencia entre estirarse y tirarse. Tirarse siempre es algo pasivo. Los hombre solian decir: Me gustaría estirarme. Aunque a veces decían: Me gustaría tirármela"


Imprescindible.Aunque no lo parezca es un libro futurista.


Imagen:Patrica Metola 2006. Mas aquí