BELEN ARTUÑEDO.- Dentro
guardan nombres en sus rincones,
atienden el humo del invierno
y caldean el recinto al que desciendo
despacio.
Me visito cada día.
Para reposar a un hombre y cubrirlo
y darle mi pecho.
Allí cabe su carne donde hacer noche,
lo alojo en el centro,
en el tronco hendido, la roca horadada,
la bolsa de aire, lo más vacío que poseeo:
el secreto descanso.
La tierra que recoge este abrazo perdido
lo florecerá.
Del libro Teselas.
Imagen "Amantes 108". Nicoletta
2 Comments:
aig omá
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